Tosin Oshinowo ha construido una práctica poderosa y socialmente responsable con una “doble perspectiva” derivada de su educación global y sus raíces en Lagos. Su trabajo, que va de lo lujoso a lo humanitario, es una búsqueda incesante de la dignidad y la relevancia cultural en el entorno construido de África.
El arte de construir la dignidad y la resiliencia africanas
Tosin Oshinowo es una de las voces más críticas e innovadoras de la arquitectura africana contemporánea. Nacida y criada en Lagos, su carrera es una síntesis entre el rigor de las grandes escuelas occidentales (Kingston University, Architectural Association, UCL) y el vibrante pragmatismo de su Nigeria natal, lugar que considera su laboratorio urbano permanente. Esta “doble perspectiva” le permite abordar el diseño no sólo desde un ángulo estético, sino también económico, social y político.
Simplicidad, identidad y descolonización
El lenguaje estético de Tosin Oshinowo se resume en el concepto deafrominimalismo. Lejos de la austeridad, es una simplificación que confiere dignidad, utilizando líneas limpias, sofisticados patrones geométricos y una especial atención a la textura.
Este estilo es una estrategia de resistencia identitaria. Al adoptar las formas del minimalismo global, Oshinowo lo descoloniza inyectándole la conciencia cultural yoruba y la adaptación a los imperativos climáticos. La Lantern House de Ikoyi es un ejemplo perfecto: esta residencia utiliza pantallas de acero perforado para filtrar el sol y garantizar la intimidad, creando un juego de luces que da a la casa el efecto de una linterna por la noche, al tiempo que respeta la zonificación espacial propia de la vida familiar yoruba multigeneracional.
Crítica al urbanismo “de arriba abajo” y alternativo
Tosin Oshinowo rechaza la dualidad simplista que enfrenta a la arquitectura africana entre lo vernáculo y la imitación colonial. Aboga por una “tercera vía” que utilice técnicas modernas al servicio de una identidad local.
Su crítica se centra en la estandarización de los espacios poscoloniales, que a menudo ha conducido a la “supresión casi total de las tradiciones autóctonas”. Para Oshinowo, no existe una identidad arquitectónica africana singular, sino configuraciones espaciales específicas de cada cultura, y el diseñador debe demostrar“humildad” “escuchando” a los usuarios y diseñando desde labase.
Su trabajo de investigación, Alternative Urbanism: The Self-Organized Markets of Lagos (Urbanismo alternativo: los mercados autogestionados de Lagos), expuesto en la Bienal de Venecia de 2025, supone un importante giro teórico. En él analiza la resistencia de los mercados informales de Lagos, descritos como “fábricas que transforman los residuos del Norte global”. Nacidos de la escasez y la reutilización, estos sistemas son, según ella, modelos de economía circular y regeneración intrínsecamente superiores a los del Norte. El futuro está en la capacidad de “tender puentes entre estos dos mundos”: la formalidad estatal y la resistencia dinámica del sector informal.
Influencia internacional
La influencia de Oshinowo se extiende más allá de Nigeria. Ha aplicado su “diseño para la equidad” a proyectos cívicos y humanitarios a gran escala, como la
Como comisaria de la Trienal de Arquitectura de Sharjah 2023(La belleza de la impermanencia), ha utilizado el escenario mundial para difundir su mensaje clave: “no hay centro”. Expuso el ingenio del Sur Global, demostrando que la adaptabilidad nacida de la necesidad es una fuente crucial de conocimiento para la comunidad mundial.
En última instancia, Tosin Oshinowo está trazando un rumbo para la arquitectura africana que es decididamente moderno, culturalmente arraigado y socialmente impactante. Reinventa el espacio para que florezcan la cultura, la identidad y la comunidad, situando a África como fuente de innovación para la arquitectura y el urbanismo mundiales.
Leer también



