Tendencias, retos y oportunidades de crecimiento en el sector de la moda africana
En este artículo compartimos algunas de las conclusiones del informe de la Unesco sobre la moda africana. La industria africana de la moda representa una riqueza a menudo subestimada, que une el saber hacer tradicional y la innovación. Desde las plantaciones de algodón hasta los diseñadores de ropa, refleja una vasta y única cadena de valor. Más allá de su atractivo estético, la moda africana es un motor de inclusión social que ofrece oportunidades a mujeres, jóvenes y personas de orígenes modestos. Refleja un compromiso con la sostenibilidad y un modelo de consumo basado en la reutilización.
Algunas cifras sobre la moda africana extraídas del informe de la Unesco
- En 2019, la Unión Africana estimó que si se explotara todo el potencial del sector de la moda integrando la producción de materias primas, tejidos y prendas de vestir, las ganancias de prosperidad para el continente serían considerables.
- El textil y los materiales son el segundo sector más importante después de la agricultura en los países en desarrollo, pero su potencial sigue estando infraexplotado.
- En 2020, el mercado del prêt-à-porter y el calzado en el África subsahariana se estima en 31 millones de dólares.
- Las exportaciones de tejidos, ropa y calzado se estiman en 15.500 millones de dólares, mientras que las importaciones ascienden a 23.100 millones de dólares. Los principales países importadores son Egipto, Marruecos y Túnez.
- El 59% de los profesionales del sector cree que la falta de inversión pública y privada es uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector.
Una cadena de valor única y compleja
Una de las particularidades del sector de la moda es su amplia y diversa cadena de valor. Comienza con las plantaciones de algodón y cáñamo y se extiende hasta el diseño y la fabricación textil. También incluye el reciclaje de ropa europea y estadounidense para su reventa en los mercados callejeros africanos, lo que ilustra la capacidad de recuperación de este sector. El informe de la Unesco sobre la moda africana explora las diferentes especificidades del sector para ofrecer una visión general pertinente.
Al examinar esta cadena, el equipo observó que los responsables de la toma de decisiones sólo ven la parte visible de la industria, la de los diseñadores y las pasarelas. Sin embargo, emplea a millones de personas en ocupaciones muy diversas, desde agricultores y artesanos hasta diseñadores y empresarios. La moda africana también da trabajo a mujeres y jóvenes, y ofrece una oportunidad de encontrar empleo a quienes carecen de cualificación.
La falta de datos frena el desarrollo
El estudio pone de relieve la falta de cifras sobre esta industria en África. A diferencia de otras regiones del mundo donde se dispone de información sobre el número de escuelas de moda, Semanas de la Moda y eventos creativos, África carece de estadísticas precisas. Esto dificulta el apoyo político adecuado y la inversión privada.
La industria africana de la moda no es sólo un ámbito artístico o cultural; es una auténtica palanca económica. Sin embargo, este sector carece a menudo del apoyo financiero e institucional que merece, a pesar de ser un motor de innovación e identidad en el continente.
Los prejuicios y obstáculos financieros de los diseñadores africanos
Los empresarios africanos, especialmente las mujeres y los empresarios LGBTQIA+, se enfrentan a prejuicios que afectan a su acceso a la financiación. Estos obstáculos frenan el crecimiento de este sector, a pesar de su potencial económico local. La moda también influye en el comportamiento de los consumidores; en África, podría promover valores sostenibles.
Celebridades internacionales como Kim Kardashian vistiendo ropa reciclada podrían marcar nuevas tendencias. Queda por explotar el potencial de la moda africana para fomentar prácticas responsables.
El impacto positivo de las prácticas locales en la moda sostenible
La reutilización y transformación de materiales forma parte de la cultura africana y se refleja en la moda. Antes de que un artículo se convierta en residuo, se reutiliza, modifica o transforma. Las marcas africanas están adoptando estas prácticas, a menudo utilizando tejidos artesanales y tintes naturales, aplicando la moda lenta mucho antes de su popularidad mundial.
La moda rápida procedente de Asia inunda el mercado africano. Aunque estos productos asequibles responden a las expectativas de los consumidores, frenan el desarrollo de las marcas locales. Reforzar la preferencia nacional y hacer competitivos los productos africanos se está convirtiendo en algo esencial.
El consumo de moda varía según la clase social
En África, las diversas clases sociales influyen en la elección de la ropa: algunos prefieren la ropa de segunda mano, mientras que la clase media y los clientes acomodados constituyen un mercado prometedor. A este público le atrae el lujo, pero también los productos que celebran la identidad africana.
La diáspora africana está contribuyendo a elevar el perfil internacional de las marcas locales. Celebridades como Beyoncé promocionan a los diseñadores africanos, impulsando su reputación mundial. Estas personalidades influyen en las tendencias y hacen atractivas las marcas africanas.
Los diseñadores africanos también necesitan dominar el mundo digital si quieren llegar a un público global. Dominar las redes sociales y el comercio en línea es crucial para promocionar sus marcas. Muchos se están formando en estas herramientas para estructurar sus negocios y triunfar internacionalmente.
La industria de la moda africana es crucial para el desarrollo económico, social y medioambiental del continente. Apoyar esta industria no sólo es relevante para satisfacer la creciente demanda de productos éticos, sino esencial para hacer de la moda africana una importante fuerza de cambio. Garantizando el acceso a la financiación y la formación de los diseñadores y promoviendo el Made in Africa, esta industria puede convertirse en un pilar de la transformación social y económica de África.
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