El negocio de las Semanas de la Moda en África
La industria de la moda africana ya no es solo una promesa cultural; es una potencia económica en rápida aceleración. Con un valor superior a los 31.000 millones de dólares en 2020 y previsiones optimistas de alcanzar más de 50.000 millones en 2030, el sector se ha estructurado en torno a plataformas clave. Entre ellas, la Lagos Fashion Week (LFW ) de Nigeria se ha consolidado como la referencia. Lejos de ser un mero acontecimiento efímero de pasarela, la LFW se ha convertido en un riguroso ecosistema comercial, un catalizador del crecimiento y un puente estratégico hacia la economía mundial. En el centro de esta transformación se encuentra Omoyemi Akerele, el arquitecto cuya visión ha convertido el espectáculo en una auténtica historia de éxito B2B.
Cuando la moda se convierte en un pilar del PIB
A África, y a Nigeria en particular, nunca le ha faltado creatividad. Lo que ha cambiado en la última década es la capacidad de monetizar y estructurar esta creatividad. Nigeria, a la cabeza de esta dinámica, ha visto cómo su industria de la moda aportaba más de 6.100 millones de dólares a su Producto Interior Bruto (PIB), lo que da fe de su peso social y económico.
Sin embargo, para que este crecimiento fuera sostenible, era esencial contar con una infraestructura profesional. Los diseñadores locales necesitaban una plataforma que no sólo mostrara sus creaciones, sino que, sobre todo, los pusiera en contacto con compradores, inversores y agentes de la cadena de suministro mundial. La Semana de la Moda de Lagos nació en este entorno vibrante pero aún fragmentado.
LFW no ha tratado de imitar servilmente los estándares occidentales de las “Cuatro Grandes” (Nueva York, Londres, Milán y París). En su lugar, ha desarrollado un modelo adaptado a las realidades africanas: las de una cadena de suministro a veces compleja, una necesidad crucial de formación y la necesidad de dar prioridad a las exportaciones y al comercio interafricano. La ambición siempre ha sido clara: transformar los tejidos locales, los conocimientos ancestrales y el genio de los diseñadores en empresas financieramente viables.
Omoyemi Akerele, retrato de una mujer de negocios
Omoyemi Akerele no es solo la fundadora de LFW en 2011; es su Directora Ejecutiva (CEO) y el cerebro detrás de Style House Files (SHF). Su compromiso con la industria de la moda africana abarca más de dos décadas, lo que la convierte en una figura respetada a tener en cuenta.
Su influencia se extiende más allá de las fronteras del continente. Omoyemi Akerele es citada regularmente como una de las figuras más influyentes de la moda mundial y es miembro de la prestigiosa Business of Fashion’s Global 500 (BoF 500), un reconocimiento que subraya su papel como comisaria y estratega global.
Su verdadero trabajo reside en la creación de Style House Files, que funciona como una agencia de desarrollo. No es sólo un organizador de eventos, sino un vivero de talentos y un proveedor de infraestructuras esenciales. SHF apoya a los diseñadores mediante la estructuración de plataformas como :
- Semana de la Moda de Lagos (el escaparate).
- Green Access (la iniciativa de sostenibilidad).
- Fashion Focus Africa (el programa de tutoría y formación).
Este enfoque integrado es lo que distingue a LFW. No se limita a mostrar ropa, sino que forma a empresarios, estructura marcas y crea las condiciones para el éxito a largo plazo. Es una estrategia que ha permitido que el certamen se convierta en un punto clave, atrayendo la mirada de la prensa internacional, pero sobre todo las chequeras de los compradores mundiales.
El modelo de negocio, del desfile de moda al business-to-business
La LFW definió claramente su posicionamiento rechazando el modelo “See Now, Buy Now” popularizado por ciertas capitales de la moda. Para Omoyemi Akerele, este modelo no se correspondía con los retos logísticos y los ciclos de producción propios de África. En su lugar, LFW se centró en maximizar las relaciones B2B (Business-to-Business).
Le Pivot Stratégique: El comercio por encima del espectáculo.
La LFW está concebida ante todo como una plataforma comercial. Los desfiles sirven de catalizador, pero el verdadero valor reside en las salas de exposición, los paneles de debate empresarial y las reuniones privadas entre diseñadores, compradores multimarca e inversores. El objetivo declarado es generar pedidos, asegurar asociaciones y mejorar la capacidad de exportación.
Esta apuesta por el comercio ha dado sus frutos: la Semana de la Moda de Lagos ha generado más de 100 millones de dólares en valor bruto de la mercancía (VBM) para marcas nigerianas y africanas desde su creación. Esta cifra es una prueba tangible de que la visión de Omoyemi Akerele, centrada en la infraestructura y la viabilidad financiera, es la clave para liberar el potencial económico de la moda africana. Al proporcionar un marco profesional, la LFW ha permitido a los diseñadores superar la fase de taller artesanal para convertirse en empresas exportadoras.
Un ecosistema de impacto y sostenibilidad
El éxito de una Semana de la Moda moderna también se mide por su impacto social y medioambiental. En este sentido, LFW ha logrado integrar las cuestiones contemporáneas en el corazón de su modelo de negocio, reforzando su credibilidad y atractivo para los socios internacionales.
La Iniciativa de Acceso Verde.
Una de las plataformas más importantes de Style House Files es la iniciativa Green Access. Este programa se centra en la moda sostenible, el abastecimiento responsable de materias primas locales y las prácticas de producción éticas. Responde a una doble necesidad: por un lado, preservar el rico patrimonio artesanal africano y, por otro, alinear las marcas africanas con las crecientes exigencias de los consumidores y los reguladores mundiales en materia de sostenibilidad. Al formar a los diseñadores en estas prácticas, la LFW garantiza que su crecimiento no sólo sea rápido, sino también responsable.
Además, la capacidad de la LFW para atraer asociaciones de marcas internacionales líderes (como Heineken, FETS y Darling) es prueba de su legitimidad y atractivo como plataforma de mercado. Estas asociaciones no sólo aportan fondos, sino también experiencia operativa, visibilidad e integración en redes empresariales mundiales, esenciales para salvar la distancia entre Lagos y los mercados internacionales.
Lagos Fashion Week, un ejemplo a seguir
La Semana de la Moda de Lagos, bajo la visionaria égida de Omoyemi Akerele, es mucho más que una serie de desfiles de moda. Es una empresa de creación de un ecosistema que ha transformado un sector de expresión cultural en un motor multimillonario de crecimiento económico. Al centrarse en el B2B, la sostenibilidad y el desarrollo de capacidades, la LFW ha establecido la hoja de ruta para otras capitales africanas de la moda, demostrando que es posible conciliar la autenticidad cultural con las rigurosas exigencias del comercio internacional. El reto para la próxima década será mantener este impulso, invirtiendo más en infraestructuras de producción y distribución, para garantizar que África ocupe un lugar firme en la cima de la moda mundial.
Este planteamiento le valió a la LFW el prestigioso premio Earthshot en la categoría “Construir un mundo sin residuos”. Al exigir a cada diseñador que demuestre su compromiso ético y sostenible, la LFW demuestra que la moda africana tiene el poder de ser bella, responsable y un motor clave de creación de empleo y preservación cultural a escala mundial.
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