Eddy Ekete: L’Homme Canette, el espejo sonoro de nuestra sociedad de consumo
Eddy Ekete es un artista contemporáneo cuya impactante obra nos enfrenta a nuestra compleja relación con el consumo y los residuos. Viajando entre el Congo y Francia, Eddy Ekete, también conocido como “Homme Canette” o “Matchacha Man”, crea impactantes piezas de performance que resuenan mucho más allá de la galería de arte.
De Kinshasa a Estrasburgo, una trayectoria artística singular
Nacido en Kinshasa en 1978, Eddy Ekete se formó como artista en Bellas Artes. Fue durante un taller en el Institut français, dentro del proyecto “Rond Point”, cuando su visión artística dio un giro decisivo. Su encuentro con los artistas Simons Farel y Fabien Verchères le abrió los ojos al arte contemporáneo y a la cuestión de los residuos, tema que impregnará su obra a partir de entonces. Esta experiencia marcó el inicio de una profunda exploración artística, que le llevó de las bulliciosas calles de Kinshasa a los estudios más estructurados de Estrasburgo.
El nacimiento de Can Man
Su llegada a Estrasburgo, ciudad famosa por su limpieza, reavivó paradójicamente su interés por los residuos. El descubrimiento de un montón de latas abandonadas a orillas del Rin actuó como catalizador, haciéndose eco de su experiencia en Kinshasa. De esta observación nació Homme Canette, un traje-escultura único, realizado íntegramente con latas recicladas. Sus actuaciones en los espacios públicos de Estrasburgo han provocado diversas reacciones, desde curiosidad y asombro hasta cierta aprensión. El apodo de “Homme Canette” (Hombre Lata), otorgado espontáneamente por los niños, se impuso rápidamente, eclipsando su nombre inicial de “Machacha Man”, inspirado en una planta congoleña urticante y en el sonido producido por el disfraz.
Una dimensión espiritual y ancestral
La obra de Eddy Ekete resuena con una dimensión espiritual y ancestral, estableciendo un vínculo simbólico entre Can Man y las estatuas N’kisi, fetiches de uñas de la cultura bantú. Al igual que las uñas encarnan los problemas y las palabras de las estatuas N’kisi, la saliva de cada lata recogida por el artista conlleva una fuerte carga simbólica. La intensa experiencia física y emocional de llevar el disfraz, fuente de euforia casi mística, exige un gran autocontrol para evitar la asfixia.
Un compromiso internacional y educativo
El compromiso artístico de Eddy Ekete es internacional, y ha actuado en numerosas ciudades de Europa y África para sensibilizar al público sobre cuestiones medioambientales. También dirige talleres y forma a bailarines y artistas en su enfoque, transmitiendo sus conocimientos y fomentando la experimentación. Ve el futuro de su trabajo en la creación de un festival y la conservación de sus obras en museos, considerándolas preciosos testimonios de nuestro tiempo.
Crítica a la sociedad de consumo
Más allá de sus aspectos estéticos y performativos, la obra de Eddy Ekete es una crítica ácida y sutil de la sociedad de consumo. Deconstruye los insidiosos mecanismos de la publicidad, en particular el uso estratégico de los colores para influir en nuestro comportamiento de compra. Su trabajo con materiales reciclados es un acto de compromiso, una forma de dar una segunda vida a los residuos y de confrontarnos con nuestra propia responsabilidad frente al consumo excesivo. Utiliza los propios códigos de esta sociedad, como los colores vivos y las formas reconocibles de los envases, para secuestrarlos y transformarlos en obras de arte llenas de significado.
El arte de Eddy Ekete es a la vez poderoso y poético, y nos invita a reflexionar profundamente sobre nuestra sociedad. Su obra única, que fusiona performance, escultura y crítica social, merece ser descubierta y compartida. Es un poderoso recordatorio de la necesidad de una concienciación colectiva sobre los retos medioambientales a los que nos enfrentamos y los excesos del consumismo. Para profundizar en el mundo de Eddy Ekete, le invitamos a escuchar su entrevista completa en el podcast Africa Fashion Tour.
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